Hola, chicuelos:
Luego de adelantar pesquizas entre conocidos, fuentes fidedignas y algunas brujas, vimos con sorpresa como el cerdito que cruzo nuestros cielos el viernes de Waters hizo una parada en la ciudad antes de continuar su viaje por el continente.
Observamos como el aire bogotano dulcificó el carácter del porcino que lucía un poco más inmaculado y sin avisos panfletarios sobre su pìel (tal vez esto se debe a que queria evitar ser carne de cañón para el Patron que nos visitó este fin de semana).
En su breve parada sobre mi hogar, el cerdito tuvo tiempo de pastar en mi jardin y posar junto a uno de los pocos recuerdos tangibles de tan magnánimo concierto. El cerdito que se cuenta entre los más queridos por esta servidora, dejo muchos saludos y reinició su viaje con cierta nostalgia por esta tierra que tan bien lo acogió. Sin embargo, es posible que vuelva y lo vean de turismo por la ciudad.
En su breve parada sobre mi hogar, el cerdito tuvo tiempo de pastar en mi jardin y posar junto a uno de los pocos recuerdos tangibles de tan magnánimo concierto. El cerdito que se cuenta entre los más queridos por esta servidora, dejo muchos saludos y reinició su viaje con cierta nostalgia por esta tierra que tan bien lo acogió. Sin embargo, es posible que vuelva y lo vean de turismo por la ciudad.
Tras este breve reporte, me despido.
Suerte, pues!!!
Vivianita VR, Reportera